ESPAÑA. EDAD MODERNA.
Versión abreviada.
1. LOS REYES CATÓLICOS (1474-1516)
El reinado
de los Reyes Católicos es fundamental en la historia de España. Según la
tradición, se considera que fueron ellos quienes pusieron las bases de la
nación española
A. La
unión de las Coronas y la unidad peninsular
Isabel y Fernando
se casaron en 1469. En 1474 muere el rey
castellano y se forman dos bandos: el de Juana, hija del rey Enrique IV de
Castilla, y el de Isabel. A Juana la apoyan Portugal y Francia. A Isabel la
apoya Aragón. Estalla entonces una guerra civil en Castilla entre ambos bandos,
venciendo Isabel. Doña Juana, que ha pasado a la historia con el sobrenombre de
Juana la Beltraneja, se retiró a un convento.
En 1479
muere el monarca aragonés y Fernando se convierte en el nuevo rey. La unión de
Castilla y Aragón fue de carácter personal o dinástica. Ambos reinos estaban
gobernados por los mismo reyes, pero mantuvieron sus leyes, sus instituciones,
sus propias monedas, etc. Todo se resumen en la frase: TANTO MONTA, MONTA
TANTO, ISABEL COMO FERNANDO.
Tras la
unión de Aragón y Castilla, fueron conquistadas las islas Canarias por Castilla
(1483). Granada (1492), y Navarra (1512).
B. El
fortalecimiento del Estado: la monarquía autoritaria
Una de
las preocupaciones fundamentales de los Reyes Católicos fue la de consolidar su
poder y disminuir el de la nobleza. Para ello, le quitaron privilegios y
trataron de que aceptaran cargos políticos. Además, crean un ejército
permanente de mercenarios, crearon en los ayuntamientos la figura del Corregidor,
la Santa Hermandad, etc.
C. La
política religiosa
Los Reyes
Católicos trataron de unificar sus reinos bajo una misma religión, ya que
consideraban que eso daría mayor fuerza y unidad a España. En 1480 introdujeron
el Tribunal de la Inquisición (Santo Oficio), además decidieron expulsar a toda
la población judía que vivía en España si no se convertía al cristianismo
(1492). La mayoría optó por marcharse. Además en 1502, después de la
sublevación de los musulmanes del antiguo reino de Granada, los Reyes Católicos
ordenaron la conversión forzosa de todos ellos, bajo pena de expulsión, y
pasaron a ser “moriscos”.
D.
Política exterior
Con los
Reyes Católicos, la monarquía española se convierte en una gran potencia en
Europa. El Mediterráneo y el Atlántico fueron los dos escenarios principales de
su política exterior. En el norte de África se conquistaron varias ciudades
para defenderse de una posible amenaza de los turcos. En el sur de Italia, las
tropas aragonesas afrontaron dos guerras con Francia por el control de esta
zona.
E.
Descubrimiento de América
Si todo
lo expuesto hasta ahora no es suficiente para considerar el reinado de los
Reyes Católicos como uno de los más decisivos de la historia de España, en
1492, apoyan el viaje de un marino de incierto origen, Cristóbal Colón, que
descubre, bajo bandera de Castilla, un nuevo continente: América.
2. AUSTRIAS MAYORES: CARLOS I Y FELIPE II
2.1. CARLOS I (1516-1556)
A los
Reyes Católicos les sucedió en el trono su nieto Carlos, hijo de Juana la Loca
y Felipe el Hermoso. Carlos había nacido en Gante (Bélgica). Llega a España una
nueva dinastía, la casa de Austria o de Habsburgo. Carlos I heredó un imperio
inmenso.
- De sus abuelos maternos, los Reyes Católicos, heredó: Castilla,
Aragón y las posesiones en el sur de Italia, varias ciudades norte de
África y América.
- De sus abuelos paternos heredó el ducado de Austria, Borgoña
(pequeño reino en el este de Francia), los Países Bajos y los derechos a
la corona de emperador alemán.
Tras
convertirse en rey de Castilla y Aragón, en 1519 Carlos fue también elegido
emperador de Alemania. Este título era más honorífico que real, porque en
aquella época cada uno de los numerosísimos reinos en que estaba dividida
Alemania actuaba con plena libertad y tenía su propio príncipe o gobernante y
el emperador no podía tomar ninguna decisión sin la aprobación de la asamblea
de príncipes (Dieta).
Política
interior: Carlos I tuvo al menos dos serios problemas:
a) Al
principio, fue rechazado en Castilla por ser extranjero (no conocía el
castellano) y llegar rodeado de consejeros flamencos (belgas y holandeses). Por
eso se produjo la revolución de las Comunidades en el año 1520. Consistió en
una sublevación militar de la mayoría de las ciudades castellanas (Toledo,
Burgos, Valladolid). Los comuneros intentaron recuperar a Juana como reina,
pero finalmente fueron derrotados por las tropas reales.
b) En
esta misma época hubo otro levantamiento en la ciudad de Valencia, de los
campesinos y artesanos contra los nobles feudales. Esta sublevación, la de las
Germanías, también fue aplastada.
Política
exterior: Carlos I fue el hombre más poderoso de su tiempo.
Tres
fueron los principales problemas que tuvo Carlos I en su política:
a) Las
guerras con Francia.
b) La
amenaza turca.
c) La
expansión del luteranismo. Aunque derrotó a los protestantes en la batalla de
Mühlberg (1547), finalmente, en 1555, al término de su reinado, tuvo que firmar
con los protestantes la paz de Augsburgo. Por ella, Carlos acepta que cada príncipe
alemán elija la religión de su reino.
Finalmente,
cansado de guerras y conflictos, Carlos I abdica, en 1556, a favor de su hijo
Felipe. Él se retirará al monasterio extremeño de Yuste, donde morirá dos años
después.
2.2. FELIPE II (1556-1598)
Felipe II
era hijo de Carlos I. Heredó de su padre todos los territorios de la corona
española (Castilla, Aragón, plazas del norte de África, Sicilia, sur de Italia
y territorios americanos) y los Países Bajos. Pese a todo, el imperio español
alcanzó, en tiempos de Felipe II, su máxima extensión.
- Felipe II decidió designar a Madrid como capital permanente de su
inmenso imperio, debido a su buena situación geográfica, en el centro de
la Península.
- Mandó construir en sus cercanías un lugar que sirviera como sede de
su gobierno. Por eso se construyó el palacio-monasterio de San Lorenzo de
El Escorial.
Política interior. Felipe
II luchó de forma contundente por mantener la unidad católica en su Imperio. Los
dos problemas más importantes de su política
interior fueron:
a). La
cuestión morisca. Los moriscos se sublevaron en las
Alpujarras, al mando de Aben Humeya. Finalmente, los moriscos granadinos fueron
derrotados y se les dispersó por Extremadura, Galicia y Castilla. Las
Alpujarras fueron repobladas con población cristiana procedente, sobre todo, de
Castilla.
b).- El
proceso de Antonio Pérez. Éste era secretario
personal de Felipe II. Al ser acusado de asesinato, huyó a Zaragoza y pidió
refugio a las instituciones del reino de Aragón. Felipe II respondió entrando
con su ejército en el reino y condenando a muerte al Justicia Mayor de Aragón,
por proteger a Antonio Pérez. Finalmente, Pérez huyó a Francia y desde allí se
dedicó a escribir toda una leyenda negra sobre el rey.
Política
exterior. Los dos objetivos de la política exterior de Felipe II fueron:
mantener la hegemonía española y favorecer la causa católica frente a la
herejía protestante. Cuatro fueron
los principales asuntos que hubo de enfrentar su política exterior:
a)
La anexión de
Portugal (1580).
b)
La sublevación de los
Países Bajos (1568).
c)
El enfrentamiento con
los turcos en el Mediterráneo. Ej. Batalla de
Lepanto, 1571.
d)
El fracaso del
intento de invasión de Inglaterra (1588). Ej. Desastre de la Armada Invencible.
3. AUSTRIAS MENORES: SIGLO XVII.
Durante
el siglo XVII se mantuvo la rivalidad entre España y Francia. España, reducida
su población, quebrada su economía, derrotados sus ejércitos y puestos en duda
sus ideales, se hunde en una profunda crisis general. El Estado no fue capaz de
sufragar todos los gastos provocados por las numerosas guerras, por lo que los
reyes dejaron de pagar varias veces sus deudas y se declararon en bancarrota.
Esto hundió a banqueros y prestamistas. Además, la crisis afectó a toda la
sociedad, porque las malas cosechar en el campo fueron habituales durante todo
el siglo. La artesanía y el comercio también sufrieron una seria decadencia, al
tiempo que los envíos de oro y plata procedentes de América se redujeron
significativamente porque algunas minas habían empezado a agotarse.
El siglo
XVII supuso el final de la hegemonía política y militar de España. Por el
contrario, Francia se convierte en la nueva dueña de Europa.
3.1. FELIPE III (1598-1621)
Una nota
característica del siglo XVII español fue el abandono del Gobierno por los
reyes, que delegaron la mayor parte de sus actividades en una persona de su
confianza, un valido (primer ministro). Este sistema fue inaugurado por Felipe
III.
Felipe
III había recibido de su padre una esmerada educación política, pero era un
hombre indolente, sin personalidad. Al subir al trono, apartó de la Corte al
equipo de gobierno de Felipe II y lo encargó al duque de Lerma.
Lerma,
como toda su generación, fue un pacifista. Es una época sin guerras a gran
escala.
- Política interior: El principal acontecimiento fue la expulsión
de los moriscos (1609).
- Política exterior: A partir de 1618 estalla la Guerra de los 30 años, entre católicos
y protestantes. España interviene a favor del bando católico.
3.2. FELIPE IV (1621-1665)
El
sistema de los validos continuó con Felipe IV. El conde-duque de Olivares fue
el elegido. Sus dos grandes objetivos políticos fueron: en el interior,
fortalecer el poder de la monarquía; y en el exterior, reforzar la posición de
España en Europa. Para ello, intentó sanear la Hacienda y aumentar sus
ingresos, pero fracasó por la oposición de la nobleza y de las Cortes a aprobar
el establecimiento de nuevos impuestos. Además, trató de acabar con los
tradicionales fueros de los distintos reinos hispánicos, chocando con una
fuerte oposición que a punto estuvo de hacer saltar en pedazos la unidad de la
monarquía española.
1.-
Política exterior: la Guerra de los 30 años. Hasta 1635 continuarán las victorias de los ejércitos
españoles, pero, a partir de este momento, la entrada de Francia en la Guerra
de los 30 años provocará el inicio de las derrotas.
2.- La
grave crisis interna de 1640. Ese año, las formas autoritarias de gobernar del conde-duque de
Olivares provocaron varias sublevaciones:
a)
Sublevación de
Cataluña.
b)
Separación de
Portugal.
c)
Levantamientos en
Andalucía y Aragón.
En
definitiva, la gravísima crisis de 1640 supuso el fracaso de las aspiraciones
del conde-duque de fortalecer la monarquía, disminuyendo los fueros propios de
cada uno de sus reinos. Además, las paces de Westfalia (1648) y los Pirineos
(1659) supusieron el fracaso de la otra aspiración del valido de Felipe IV. España
dejó de ser una gran potencia y Francia se convirtió en la nación más fuerte de
Europa.
3.3. CARLOS II (1665-1700)
La muerte de Felipe IV dejó a España en una trágica situación.
Un rey niño, Carlos II, que además tenía deficiencias físicas y mentales (ha
pasado a la historia como “el Hechizado”), y un país cansado, derrotado y
desprestigiado internacionales. Durante los primeros años, asumió la regencia
su madre. Luego, a partir de su mayoría de edad, el país se vio envuelto en guerras
con Luis XIV, que supusieron derrotas y la pérdida de territorios fronterizos
con Francia.
El gran asunto de su reinado fue la búsqueda de descendencia
real, que al final resultó imposible en ninguno de sus dos matrimonios. Por
eso, Carlos II hizo testamento a favor de Fernando José de Baviera, pero al
morir eligió a Felipe de Anjou, nieto del rey francés Luis XIV. Otro candidato
reclamaba la corona española: Carlos de Austria, descendiente de Felipe III.
Varias potencias europeas no aceptaban la entronización de un
rey francés, por lo que Europa acabó en guerra, dividida en 2 bandos: Guerra de
Sucesión española (1700-1713). España (menos el reino de Aragón) y Francia
apoyaban a Felipe de Anjou, mientras Inglaterra, Holanda, Austria, Portugal y
Saboya apoyaban a Carlos de Austria. Terminó con la firma del Tratado de
Utrecht, que reconocía a Felipe V como rey de España, aunque a cambio se hubo
de entregar Bélgica a Austria; los territorios italianos de Cerdeña, Nápoles y
Milán a Austria; Sicilia al duque de Saboya, y Gibraltar y Menorca a
Inglaterra. Etc.
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