
La
nueva sociedad industrial del siglo XIX y las condiciones de trabajo.
La
Revolución Política (Francia / EE. UU.) y la Industrial, permitió terminar con
la sociedad estamental y crear una nueva sociedad de clases, organizada y
estratificada a partir de los niveles de riqueza:
-
Clase alta. Gran burguesía: propietarios de
fábricas, empresas, banqueros, rentistas, etc.
-
Clase media. Mediana burguesía: profesionales
liberales, funcionarios, comerciantes. Pequeña burguesía (tenderos, empleados)
y rural (campesinos-labradores).
-
Clase
baja.
Proletariado industrial (trabajadores de fábricas), artesanos, asalariados del
sector servicios, campesinos pobres y jornaleros (campesinos sin tierra).
El
liberalismo económico provocó que desaparecieran los gremios (A. R.), y que el
Estado no interviniera apenas en la economía (mercado laboral, actividad
mercantil). Todo ello provocó que los trabajadores estuvieran en gran medida a
merced de la voluntada de los empresarios, estableciendo unas durísimas
condiciones de trabajo, que resumimos en:
1.- Jornadas laborales. Muy largas, en ocasiones de hasta 12, 14
y 16 horas. En el comienzo de la Revolución Industrial no hubo ninguna
legislación que regulase las condiciones laborales (horario, salario, días
festivos,…).
2.- Ausencia total de
seguridad e higiene en el trabajo.
Lo que ocasionaba enfermedades crónicas (en las minas, en las fábricas con
productos tóxicos,…), continuos accidentes de trabajo, etc.
3.- Bajos salarios. Los empresarios pagaban bajos salarios
porque existía mucha mano de obra a causa del crecimiento de la población, y
además se empleaban máquinas que realizaban el trabajo que antes hacían varios
obreros.
4.- Trabajo femenino e
infantil. Cobraban menos
que el varón. Los niños y niñas de las familias obreras no iban a la escuela o
la dejaban a temprana edad (7 u 8 años), para trabajar en fábricas durante 12 o
14 horas. Sus trabajos eran mal pagados, poco especializados, repetitivos y
peligrosos, como arrastrar vagonetas en las minas o anudar los hijos bajo los
telares.
5.- Otros factores. El despido era libre, sin derecho a
indemnización ni cobro de desempleo. No existía el concepto de vacaciones, ni
de seguridad social, que cubriera los períodos de baja por enfermedad y la
propia asistencia médica. Los trabajadores tenían prohibido el derecho de
asociarse para defender sus intereses. Hasta el año 1825 no se anuló en Gran
Bretaña esta prohibición, apareciendo los primeros sindicatos (Great Trade
Union, 1834).
La
ciudad industrial del siglo XIX.
Las
ciudades se convirtieron en el centro vital de la nueva sociedad industrial de
clases. Experimentaron diversas transformaciones:
1.- Éxodo rural y rápido
crecimiento demográfico urbano.
La introducción de la maquinaria en las tareas agrícolas provocó que sobrara
mano de obra, que no encontraba trabajo. Se produjo un proceso de éxodo rural,
miles de personas cada año abandonaban el ámbito rural para ir al urbano en
busca de trabajo en las fábricas. Muchas ciudades multiplicaron su población
por 2 y por 3. Ej. Manchester, Liverpool, Birmingham.
2.- Cambio en el plano de
la ciudad. Las ciudades
se ampliaron y modernizaron. El centro urbano sufrió modificaciones, se
derribaron las antiguas murallas, se trazaron calles y avenidas nuevas, con el
objetivo de conectar el centro con la periferia. Se levantaron numerosos
edificios y se modificó el subsuelo: se instalaron los primeros
alcantarillados, las conducciones de agua, el alumbrado público (gas,
electricidad), etc.
3.- Barrios burgueses y
barrios obreros. La
ciudad quedó segregada en barios y las desigualdades se hicieron muy evidentes.
Los barrios residenciales se crearon para las clases altas, contaban con casas
lujosas y espacios ajardinados. En contraste a éstos, surgieron los suburbios
obreros en la periferia, que no contaban con unas condiciones mínimas de
sanidad e higiene: las calles no estaban asfaltadas, no tenían alcantarillado,
las viviendas estaban hacinadas, etc. Ello provocaba la aparición de
enfermedades y epidemias (tifus, cólera, viruela, tuberculosis,…), que se
extendían con gran rapidez.
4.- Nuevos medios de
transporte. La ciudad
industrial contó con nuevos medios de transporte como el ferrocarril, y más
tarde como el tranvía, el metro y los automóviles. Se crearon zonas de
comercios y oficiales, servicios públicos (escuelas, correos, hospitales),
edificaciones para el ocio (teatros, estadios, restaurantes…).
-o-o-o-
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