lunes, 6 de mayo de 2013

Geografía 2º Bachillerato. Pregunta 12 y 13. La Población Española.






Pregunta 12.- La población española



La evolución de la población española desde 1900

Rasgos básicos de la distribución espacial de la población






1.- La evolución de la población española desde 1900

1.1. Período 1850-1900
1.2.- Período 1900-1975.
1.3.- Período 1975-2001.
1.4.- Período 2001-2013.

2.- Rasgos básicos de la distribución espacial de la población

2.1.- Las características de la distribución.
2.2.- Factores explicativos de la distribución.
2.2.1.- Época preindustrial.
2.2.2.- Época industrial.
2.2.3.- Época post-industrial.

3.- Conclusiones.

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1.- La evolución de la población española desde 1900

Para conocer la evolución de una población es necesaria de partir del concepto de CRECIMIENTO REAL, que se obtiene sumando el crecimiento natural (Nacimientos – Defunciones) y el Saldo Migratorio.

En el caso de España contamos con censos fiables desde el año 1857. Desde mitad del siglo XIX los efectivos se han multiplicado casi por tres, pero no ha sido un crecimiento constante. Podemos establecer varias etapas:

1.1. Período 1850-1900. El incremento fue muy bajo, debido al escaso crecimiento natural propio del régimen demográfico antiguo con altas tasas de natalidad y mortalidad), y a la emigración española a ultramar (Iberoamérica). En el año 1857 la población era de 15,4 y en 1900 de 18,6 millones de habitantes.

1.2.- Período 1900-1975. El crecimiento fue elevado, sobre todo durante la década de 1960, debido al alto crecimiento natural propio de la transición demográfica y del espectacular aumento de la natalidad gracias al fenómeno conocido como baby boom.

El crecimiento hubiera sido mayor, pero persistió de forma parcial la mortalidad catastrófica (gripe de 1918), guerras (de Marruecos, Guerra Civil) y la emigración a ultramar y Europa (tras la II Guerra Mundial). En el año 1970 la población era de 34 millones de habitantes.

1.3.- Período 1975-2001. El aumento de población fue muy bajo, debido al escaso crecimiento natural propio del régimen demográfico actual (hundimiento de la natalidad y mortalidad, baja debido al aumento de la esperanza de vida). El retroceso de la población no se produjo porque retornaron emigrantes a raíz de la crisis económica de 1973 y por el aumento de la inmigración extranjera desde 1995.

1.4.- Período 2001-hoy. El crecimiento de la población se ha acelerado, hasta el año 2013. El incremento se ha debido a la recepción de la inmigración extranjera, y a una subida de la natalidad, aunque no ha sido un crecimiento homogéneo, sino que presenta muchos contrastes territoriales:

  • Las áreas de mayor crecimiento fueron las de mayor dinamismo económico, como el litoral mediterráneo, valle del Ebro y ambos archipiélagos (Baleares, Canarias), receptoras de inmigración.
  • También crecieron Madrid y las provincias vecinas que se benefician de las actividades de la capital: Guadalajara, Toledo y Segovia.
  • Crecieron menos las provincias de la cornisa cantábrica y las antiguas provincias emigratorias del interior peninsular, que acogen a los antiguos emigrantes españoles.
  • Tuvieron crecimiento real negativo distintas provincias del noroeste peninsular (Galicia y Castilla-León), con crecimiento natural y saldo migratorio negativos, debido a su menor dinamismo económico.
 
En el año 2013, la población empadronada en España se ha reducido por primera vez desde el año 1996, debido al retorno de población extranjera a sus países de orígenes a raíz de la crisis económica originada en 2008. En 2013 se fija la población empadronada en 47 millones de personas.





2.- Rasgos básicos de la distribución espacial de la población

2.1.- Las características de la distribución.

España contaba en el año 2008 con 46 millones de personas y en 2013 con 47 millones. La distribución espacial de la población analiza la forma en que ésta se localiza sobre el espacio y se analiza mediante la densidad de población: Población dividida por la Superficie expresada en km2, expresándose en habitantes por km2

La población española presenta estas características:

  • Aumento generalizado de la densidad de población. La densidad de población española ha ido aumentando a lo largo del tiempo hasta llegar a 91 hab/ km2 Sin embargo es un valor moderado e inferior a la media europea (110 hab/km2 ).

  • Fuertes desequilibrios espaciales: contraste litoral, fuertemente poblado, interior, semivacío. Existen fuertes desequilibrios entre áreas de concentración que superan la media y otras que no alcanzan siquiera los 25 hab / km2:

a).- Áreas de alta densidad. Madrid, periferia peninsular, Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla.

b).- Áreas de baja densidad. Se sitúan en el interior peninsular: ambas Castillas, Aragón y Extremadura. Las cifras más bajas las encontramos en zonas de montañas, con valores por debajo de 10 hab/ km2

2.2.- Factores explicativos de la distribución.

2.2.1.- Época preindustrial.

La economía era básicamente agraria y pesaban mucho los factores naturales. Al final de esta etapa las mayores densidades se daban en las costas de relieve llano e invierno suave (sobre todo la mediterránea) y las menores se daban en las elevadas llanuras del interior peninsular que contaban con inviernos rigurosos.

Esta distribución se veía influida por los factores humanos, así el descubrimiento de América permitió a Castilla alcanzar una gran prosperidad económica, pasando a ser la zona más poblada de la península. En el siglo XVII entró en una grave crisis económica y demográfica, tardando mucho en recuperarse. Ya en el siglo XVIII las densidades se habían invertido, las más altas ya se situaban en las zonas costeras e insulares gracias a un floreciente comercio marítimo (en 1774 se termina el monopolio y liberaliza el comercio con América desde ciertos puertos españoles) y las más bajas en el interior peninsular.

2.2.2.- Época industrial.

Entre mediados del XIX y la crisis de 1975, los factores naturales fueron perdiendo importancia. Se fueron consolidando los contrastes en la distribución de la población. Madrid aumentó su peso como capital y centro financiero del Estado. También aumentó la población de las regiones periféricas como Galicia, Andalucía y Murcia, que presentaban un alto crecimiento natural. Igualmente ganaron población zonas de atractivo económico e industrial, como Asturias, P. Vasco y Cataluña y los ejes del Ebro y del Mediterráneo.

El turismo ayudaría en los años 60 y 70 a ir poblando el litoral mediterráneo e insular, mientras las regiones del interior seguían perdiendo peso demográfico.

2.2.3.- Época post-industrial.

A partir de la crisis de 1975 se tiende a atemperar los contrastes. La crisis provocó que las áreas industrializadas atrajeran menos población, y se ralentizó la migración interior desde las zonas del interior.

Después de la crisis se ha reforzado el peso demográfico de Madrid, así como de los ejes del Ebro y del Mediterráneo, debido al desarrollo del sector servicios y la terciarización de la economía española, que ha requerido incluso de mano de obra extranjera.

Hoy en día se tiende a promover procesos de desconcentración demográfica y económica en favor de zonas más despobladas y desfavorecidas, en busca de lograr un mayor equilibrio en la distribución de la población.

Las causas que explican el actual mapa de la densidad de la población española, son variadas:

1.   Factores geográficos. Especialmente clima y altitud. Un clima extremo no facilita la habitabilidad ni el desarrollo de actividades económicas. La altitud también es un desafío para la ocupación humana. Estos factores no determinan, pero si condicionan muchos fenómenos (agricultura, comunicaciones,…). Las provincias con menor densidad de población son las que tienen climas más continentalizados o tienen sistemas montañosos.
2.   Factores demográficos. Son la dinámica natural y la estructura de las diferentes poblaciones. Este factor consolida el contraste interior-litoral. El interior tiene menor crecimiento natural y una estructura de población envejecida, frente a un litoral de población más joven.
3.   Factores socioeconómicos. Hechos o situaciones que atraen a la población hacia determinadas áreas geográficas o las repelen de otras. Esto ha dado lugar a la emigración. Las migraciones interiores se han originado por la concentración de actividades económicas productivas en ciertas áreas.


3.- Conclusiones.

En resumen, existe un contraste entre litoral e interior aunque en ambas partes hay áreas que rompen con la norma general de un interior semivacío y un litoral densamente poblado.

Las consecuencias de los cambios demográficos que se han producido en los últimos años, están relacionadas con la población rural y urbana:

  • Últimamente han perdido importancia los municipios de menos de 10000 habitantes frente a la significación adquirida por ciudades grandes y medias. Por esto, la población se concentra en el espacio y es de carácter urbano.
  • Los municipios de menos de 10000 habitantes ocupan las 4/5 partes de la superficie nacional, pero sólo una cuarta parte de la población. Los municipios de más de 100 000 habitantes albergan al 39,65% de la población en un 3% del territorio.


Tabla estadística.- Evolución de la población española, 1900-2007

Año
Millones
habitantes
Crecimiento
(valor absoluto)
%
(valor relativo)
1900
18,6
---
---
1910
20
1,4
7,4
1920
21,4
1,4
7,0
1930
23,7
2,3
10,7
1940
26
2,3
9,9
1950
28,1
2,1
8,1
1960
30,6
2,5
8,8
1970
34
3,4
11,0
1980
37,7
3,7
11,2
1990
39,4
1,7
4,5
2000
40,8
1,4
3,6
2007
45,2
4,4
10,7


Esquemas conceptuales:

Tema ilustrado:


Prácticas:











Pregunta 13. La población española:

  • Dinámica demográfica: natural y migratoria en el último siglo y medio.
  • Estructura y composición actual de la población española.
  • Cambios producidos desde 1950.




1.- DINÁMICA DEMOGRÁFICA: NATURAL Y MIGRATORIA EN EL ÚLTIMO SIGLO Y MEDIO.

1.1.- Natalidad y fecundidad
1.1.1.- Definiciones.
1.1.2.- Evolución de la natalidad y de la fecundidad
1.1.3.- La distribución espacial

1.2.- La mortalidad
1.2.1.- Definición.
1.2.2.- Evolución de la mortalidad
1.2.3.- Causas del comportamiento de la mortalidad
1.2.4.- Factores explicativos del descenso de la mortalidad
1.2.5.- Distribución espacial de la mortalidad en España

1.3.- El crecimiento natural
1.3.1.- Definición.
1.3.2.- Fases del crecimiento natural
1.3.3.- Razones del cambio en el crecimiento natural

1.4.- Movimientos migratorios.

1.4.1.- Las migraciones interiores
1.4.1.1.- Definición y tipos.
1.4.1.2.- Evolución histórica.
1.4.1.3.- Nuevas tendencias.
1.4.1.4.- Consecuencias de las migraciones interiores.

1.4.2.- Las migraciones exteriores
1.4.2.1.- Evolución histórica.
1.4.2.2.- Consecuencias de las migraciones interiores.

1.4.3.- Inmigración de extranjeros en España
1.4.3.1.- Evolución histórica.
1.4.3.2.- Composición de los inmigrantes extranjeros

2.- LA ESTRUCTURA DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA. (Anaya, pp. 300-305).

2.1.- La estructura por sexo y edad.

2.1.1.- Estructura por sexo.
2.1.2.- Estructura por edad: una población envejecida.

2.2.- La estructura económica de la población.
2.2.1.- La población activa
2.2.1.1.- Definición, factores e índices. Pág. 302-303.
2.2.1.2.- La tasa de actividad.
2.2.1.3.- La tasa de paro.

2.2.2.- Los sectores económicos.



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1.- DINÁMICA DEMOGRÁFICA: NATURAL Y MIGRATORIA EN EL ÚLTIMO SIGLO Y MEDIO.

1.1.- Natalidad y fecundidad

1.1.1.- Definición.

Natalidad y fecundidad son conceptos que se utilizan para referirse a la capacidad procreadora de una población; sin embargo, no significan lo mismo. La palabra natalidad define un aspecto demográfico referido a los nacimientos que se dan en el seno de una población considerada en su conjunto:


En cambio, la fecundidad es un fenómeno relacionado con los nacidos vivos considerados desde el punto de vista de la mujer en edad de procrear, y no en el conjunto de la población:




1.1.2.- Evolución de la natalidad y de la fecundidad

Hasta fechas recientes, España ha sido un país con alta natalidad, en el contexto de los países europeos. Ha sido una sorpresa que, en un período de tiempo muy corto, la natalidad y la fecundidad españolas se hayan situado entre las más bajas del mundo:

  • El descenso de la natalidad comenzó en el siglo XIX, todavía a principios del siglo era alta (33,9%0);
  • Se mantuvo con valores relativamente altos durante la primera mitad del siglo.
  • Los descensos coyunturales más fuertes se producen a causa de la Guerra Civil (16,6%0 en 1939).
  • El descenso más drástico llegó a finales de la década de 1990.

¿Por qué han disminuido tanto la natalidad y la fecundidad?

Los motivos son múltiples y complejos., causas de índole económica (coste de la crianza de los hijos, aumento del nivel de renta), razones de tipo sociológico, cultural e institucional, sin olvidar las demográficas.

En la actualidad, destaca:

·         El desarrollo de la industrialización, la urbanización y la secularización.
·         La emancipación de la mujer y su incorporación al mercado laboral.
·         El coste de la educación y crianza de los hijos.
·          El comportamiento natalista propio de cada generación, fruto de la experiencia ante la vida.

La marcha de la natalidad en España no puede desligarse de los diferentes acontecimientos históricos por los que ha atravesado: Guerra Civil, emigración, crisis económicas (autarquía), cambios en la estructura por edad, evolución de la nupcialidad, etc.

1.1.3.- La distribución espacial

La natalidad y la fecundidad se han reducido en todas las CC. AA., aunque sigue habiendo diferencias regionales. Las regiones meridionales e insulares son las que poseen las mayores tasas e índices, seguidas por las regiones económicamente más desarrolladas. Las comunidades del centro y del norte peninsular presentan las tasas más bajas.

1.2.- La mortalidad

1.2.1.- Definición.

La mortalidad es el fenómeno relacionado con el fallecimiento de los miembros de una población. Asociado al concepto de mortalidad encontramos el de esperanza de vida, promedio de años que se calcula que vivirá una población en un cierto periodo de tiempo.

1.2.2.- Evolución de la mortalidad

Hasta finales del siglo XIX la población española se caracterizaba por las altas tasas de mortalidad y la baja esperanza de vida. En la actualidad, la tasa bruta de mortalidad se encuentra en torno al 8,5 por mil, un nivel a partir del cual resulta ya muy difícil seguir bajando.

La mortalidad infantil ha seguido una trayectoria muy similar. A principios del siglo
XX, el valor de la tasa estaba en el 181 por mil y el descenso se precipitó en la década de los 1940 y 1950; en los años 1970 se alcanzaban ya unas tasas del 24 por mil. En las últimas décadas continuó bajando y hoy se encuentra en torno a un 6,0 por mil, un nivel similar al de los países con tasas de mortalidad más bajas.

La esperanza de vida al nacer evolucionó también a valores muy positivos a lo largo del siglo XX a causa del descenso de la mortalidad. A principios de ese siglo se encontraba en torno a los 35 años y en la actualidad es de unos 78 años.

Especialmente significativo ha sido el aumento de la esperanza media de vida de la
mujer, que ha pasado de los 35 años en 1900 a los 82,4 que presenta hoy. La diferencia con la esperanza media de vida de los hombres es de unos 7 años.

1.2.3.- Causas del comportamiento de la mortalidad

En el pasado, cuando dominaba la mortalidad catastrófica, las causas se debían a crisis de subsistencia, hambrunas, epidemias, guerras, etc., que con su aparición cíclica mantenían estancada a la población, pese a las elevadas tasas de natalidad.

En la actualidad, las causas de muerte se relacionan con las enfermedades degenerativas en edades avanzadas y con las enfermedades sociales o propias del modo de vida de la sociedad actual; destacan las enfermedades del aparato circulatorio y digestivo y las muertes violentas (accidentes de circulación, asesinatos, suicidios, etc.). Por tanto, las causas predominantes de mortalidad en nuestro país se pueden resumir bastante bien con las famosas «tres ces» (corazón, cáncer y carretera). La mortalidad se concentra en aquellos estratos de población de edades más avanzadas y más entre los hombres que entre las mujeres.

1.2.4.- Factores explicativos del descenso de la mortalidad

Los factores explicativos del descenso de la mortalidad son:
1. Las medidas sanitarias (avances médicos).
2. La mejora de los recursos socioeconómicos, sobre todo de la alimentación.
3. La combinación de una serie de factores de tipo social, demográfico, económico y cultural que han repercutido positivamente en una mejora de la salud de la población.

1.2.5.- Distribución espacial de la mortalidad en España

  1. Por comunidades autónomas existen desequilibrios, las comunidades con una tasa de mortalidad más alta son: Asturias, Aragón, Baleares y Galicia. En cuánto, a la esperanza media de vida, las regiones del norte presentan índices más positivos que las del sur.

  1. Diferencias entra las áreas rurales y las áreas urbanas: La oposición espacial se presenta también entre áreas rurales y urbanas como consecuencia de los diferentes modos de vida, la desigualdad en el acceso a la sanidad, la educación y el nivel de bienestar.

1.3.- El crecimiento natural

1.3.1.- Definición.

El crecimiento natural o crecimiento vegetativo de la población es el mecanismo que regula los cambios en el volumen de una población a partir del comportamiento que experimentan la natalidad y la mortalidad.

1.3.2.- Fases del crecimiento natural

El movimiento natural de la población ha tendido hasta hace pocas décadas al crecimiento, en él se distinguen 3 etapas o regímenes demográficos:

  1. Régimen demográfico antiguo: hasta inicios del siglo XX. Se caracteriza por altas tasas de natalidad y de mortalidad y por un crecimiento natural bajo. Las familias eran numerosas dado que los hijos ayudaban en las duras tareas agrarias, aseguraban el futuro de los padres ante la inexistencia de seguros y no existían anticonceptivos eficaces.
  2.  Régimen demográfico en transición: 1900-1975. La transición en comparación con otros países de Europa occidental, comenzó más tarde, pero duró menos y fue más intensa. Se caracterizó por la disminución suave de la natalidad, un brusco descenso de la mortalidad y por tanto un elevado crecimiento natural. Podemos hablar de dos sub-etapas:
a.- 1900-1950: Las tasas de crecimiento se mantienen más altas que en el periodo anterior, como consecuencia del descenso de la mortalidad ordinaria y del mantenimiento de unas tasas de natalidad altas. Los dos puntos de inflexión vendrán marcados por la epidemia de gripe de 1918 y la mortalidad provocada por la Guerra Civil.
b.- 1950-1970: Es el periodo de mayor crecimiento natural, fruto de una mortalidad que ha llegado a sus valores más bajos y de una natalidad que se mantiene bastante elevada, superior al 20 por mil.
  1. Régimen demográfico actual: a partir de la década de 1970. El crecimiento natural inició su descenso en esta época, a raíz de la caída de la fecundidad y de un incremento de las tasas de mortalidad; esta caída ha tenido lugar de manera muy brusca. En consecuencia, se ha producido una fuerte reducción de la tasa de crecimiento natural en un corto periodo de tiempo, pasando del 1,1% en 1977 al 0,2% en 1999. En los últimos años se ha iniciado una tímida recuperación, que tiende a perderse a causa de la crisis económica surgida a partir del año 2008, que está provocando que el saldo migratorio se vuelva negativo, debido al retorno de inmigrantes a sus países y a la salida de españoles al exterior en busca de trabajo.

1.3.3.- Razones del cambio en el crecimiento natural

Para poder explicar la evolución de la natalidad y la mortalidad se ha formulado la llamada teoría de la transición demográfica. Esta teoría describe el paso del antiguo sistema demográfico, caracterizado por las elevadas tasas de natalidad y mortalidad, que originaban un lento crecimiento, a un sistema demográfico moderno de nuevo equilibrio, con un lento crecimiento, pero ahora debido a unas tasas de natalidad y mortalidad reducidas.

Entre ambos periodos tendría lugar una fase de transición de elevada crecimiento, consecuencia de un descenso de la mortalidad anterior al de la natalidad. Las causas de la transición demográfica se han relacionado con los procesos de modernización social, cultural y, sobre todo, económica.

La transición demográfica española presenta una cierta singularidad con respecto al resto de los países europeos, que se concreta en la parición mucho más tardía de la reducción de las tasas de mortalidad y natalidad; por ello, la época de máximo crecimiento de la población española se retrasó casi un siglo con respecto a algunos países europeos.

El comportamiento del movimiento natural presenta también diferencias regionales: su rasgo más destacado es la oposición entre unas comunidades que mantienen incrementos positivos (Canarias, Madrid, Murcia y Andalucía) frente a otras con incrementos muy débiles o negativos.

1.4.- Movimientos migratorios.

Los movimientos de población en el espacio se denominan migraciones y son decisivas para conocer el crecimiento real. La salida de efectivos, o emigración, de su lugar de origen, repercute negativamente en el crecimiento natural porque hace descender la fecundidad y aumenta la mortalidad por envejecimiento de la población que queda.

La inmigración o llegada de población a un lugar de destino favorece el crecimiento natural, ya que aumenta la natalidad y desciende la mortalidad. El balance de emigración e inmigración se denomina saldo migratorio.

Un aspecto destacado de la población española es su movilidad hacia otros países de África, América o Europa; en épocas más recientes, por el trasvase de población de unas regiones a otras, o de áreas rurales a urbanas.

Las razones que mueven a las personas a desplazarse pueden ser muy diversas. Por ello, se alude a un contexto económico-social. En general, se está de acuerdo en que existe una motivación económica: la búsqueda de un empleo en otro lugar, que permita mejorar la situación económica y, en consecuencia, las condiciones de calidad de vida y bienestar social. Además, cada etapa presenta sus propias características en cuanto a condiciones sociales, económicas o políticas que influyen en el proceso. En la historia de España, los movimientos migratorios se pueden analizar en tres grandes apartados:


1.4.1.- Las migraciones interiores

1.4.1.1.- Definición y tipos.

El desplazamiento de personas entre las distintas provincias y regiones de España, desde las áreas rurales a las urbanas, es uno de los fenómenos geodemográficos de mayor importancia de los últimos tiempos.

El proceso de industrialización y urbanización será el causante de las migraciones interiores, que se desarrolla en España con toda su intensidad entre los años 1960 y 1970.

Existen varios tipos de migraciones interiores:

  • Estacionales o temporales de duración limitada y carácter cíclico. Entre ellas la trashumancia, las realizadas por agricultores para la vendimia,…
  • Definitivas o de larga duración entre las que encontramos el éxodo rural,
  • migraciones interurbanas (entre pequeñas y medianas ciudades)suburbanas,
  • traslado de ciudades a zonas rurales cercanas
  • Movimientos habituales periódicos y habituales, motivados por trabajo, ocio, de uno o varios días de duración. Las ligadas al trabajo se llaman movimientos pendulares.

1.4.1.2.- Evolución histórica

Las migraciones interiores presentan dos etapas: la primera transcurre desde el siglo XIX hasta 1950; la segunda, desde esa fecha hasta el presente:

a).-  Desde el siglo XIX hasta la primera mitad del siglo XX, la cuantía de estos
desplazamientos no fue grande; no obstante, la industrialización de Barcelona y el País Vasco y las obras públicas iniciadas en otras grandes ciudades durante la dictadura de Primo de Rivera intensificaron las migraciones interiores, pero la Guerra civil y los años de posguerra hicieron disminuir los desplazamientos.

Las zonas migratorias pertenecían a Galicia, las dos Castillas, Aragón y Andalucía oriental, mientras que las receptoras de emigrantes fueron Cataluña, Levante, el País Vasco, Andalucía occidental (Sevilla) y Madrid.

b).-  En los años 1960 y 1970 se producen importantes migraciones interiores. Se calcula que entre 1960 y 1985 unos 12 millones de personas emigraron de su lugar de origen. Durante esos 25 años, la media fue de más de 360000 emigrantes anuales.

Las provincias más beneficiadas por la afluencia de emigrantes fueron Madrid, Barcelona y Valencia, a las que siguieron Vizcaya, Girona, Tarragona, Alicante y Sevilla, las regiones generadoras de emigrantes fueron Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía oriental.

1.4.1.3.- Nuevas tendencias

En los últimos años, las migraciones interiores han variado en intensidad y comportamiento geográfico. Estas son las novedades más sobresalientes:

  • La progresiva ampliación de las provincias con saldos migratorios positivos y la pérdida de la polarización en los lugares de destino que presentaba anteriormente el fenómeno migratorio.
  • La reconversión de áreas tradicionalmente de inmigración en áreas de emigración, debido a la salida de antiguos emigrantes; son los llamados «emigrantes retornados».
  • El éxodo rural es sustituido por desplazamientos de población entre los diferentes centros urbanos.
  • Varía también el tipo de emigrante: el actual pertenece de forma mayoritaria al sector servicios.

1.4.1.4.- Consecuencias de las migraciones interiores

Las repercusiones de las migraciones interiores se dejan sentir especialmente en los planos demográfico, social y económico:

a).- Para las zonas que actúan como focos de atracción.

  • Impacto demográfico. Los emigrantes suponen un cambio positivo sobre el crecimiento real, la estructura demográfica y la dinámica natural. Los emigrantes se convierten en la base del crecimiento demográfico de muchas áreas urbanas, tanto por el aporte directo que suponen como por su repercusión sobre la fecundidad, al ser una población mayoritariamente joven. Así, la estructura por edad se ve rejuvenecida; la población activa, incrementada, y la natalidad y la fecundidad, revitalizadas.
  • Impacto social. En el plano social, el aporte de nuevos contingentes es considerado como un factor que acentúa la riqueza y la diversidad cultural; en el plano económico, se produce una mejora en la oferta de mano de obra y una mayor concentración de recursos humanos.
  • Impacto económico. Pero también las zonas de inmigración se ven obligadas a asumir nuevos costes para satisfacer las demandas de una población en crecimiento: nuevos equipamientos e infraestructuras, mayor número de viviendas, etcétera.

b) Las zonas de emisión de emigrantes sufren repercusiones de carácter más negativo que positivo.

  • Demográficamente, se produce un descenso de la población, el envejecimiento de su estructura y la caída de la fecundidad; en el plano económico, un empobrecimiento de los recursos humanos y una reducción de las actividades económicas. La emigración supone una mejora de la renta para los que permanecen.

  • Globalmente, las migraciones interiores han sido las causantes de fuertes desequilibrios en la distribución de la población; en consecuencia, han propiciado la aparición de zonas de fuerte concentración poblacional frente a la desertización demográfica de otras.

1.4.2.- Las migraciones exteriores

1.4.2.1.- Evolución histórica.

a) La emigración al norte de África fue importante durante el siglo XIX. El principal país destinatario fue Argelia y los emigrantes procedían de las provincias de Alicante, Murcia y Almería; eran agricultores y mineros que abandonaron sus lugares de origen por las duras condiciones de vida. El empleo de los españoles en Argelia se centró en las obras públicas y en la agricultura.

b) La emigración a Ultramar fue importante durante la primera mitad del siglo XX. Los países de destino fueron Argentina, Cuba, Brasil, México y Uruguay y, más tarde, Estados Unidos y Canadá. Estuvo protagonizada por campesinos gallegos, asturianos y canarios de escasos recursos. La emigración a Latinoamérica se prolongó hasta los años 1930, época en la que la crisis económica obligó a esos países a poner restricciones a la entrada de extranjeros.

c) La emigración a Europa fue muy importante entre los años 1960 y 1970.
Durante la primera mitad del siglo XX, la emigración española a Europa tuvo como país casi exclusivo a Francia. Fue una corriente de agricultores levantinos que acudían a satisfacer las necesidades de mano de obra del campo francés y que se incrementó con los españoles que se vieron obligados a emigrar a causa de la Guerra Civil; así, la presencia de españoles en Francia a comienzos de la Segunda Guerra Mundial se estima en unas 800000 personas.

La finalización de la Segunda Guerra Mundial y el período de reconstrucción que se inicia en los países contendientes, marcará una nueva fase en la emigración de españoles a Europa. La necesidad de mano de obra en países como Francia, Alemania o Suiza, junto con el excedente demográfico y las deficientes condiciones económicas y sociales reinantes en España, fueron los factores que impulsaron las nuevas oleadas de emigrantes hacia Europa.

La década de los años 1960-1969 conoce el mayor número de salidas, llegándose a superar en algunos años la cifra de 100000 emigrantes. Desde 1974, la salida de emigrantes se hace mucho más débil lo que motivará que el balance migratorio a partir de entonces sea negativo o escasamente positivo.

En esta emigración a Europa, las comunidades que más efectivos aportaron fueron
Andalucía y Galicia.

1.4.2.2.- Consecuencias de las migraciones exteriores

Entre los efectos positivos de las migraciones se cuentan:

  • La reducción de la presión en el mercado laboral: gracias a la emigración se alivió el volumen de la población en paro.
  • El alivio de la presión demográfica: se estima que salieron unos dos millones de personas, lo que contribuiría a aminorar las tasas de fecundidad.
  •  La entrada de divisas.

Entre las repercusiones negativas destacan:
  • Los costes demográficos que supuso la pérdida de población joven en las regiones migratorias, que provocaría el envejecimiento de la población y la caída de la fecundidad.
  • Los costes sociales no fueron menores: ruptura familiar en la mayoría de los
casos, por ser sólo el cabeza de familia el que emigraba, difícil adaptación en el país de destino debido al bajo nivel cultural del emigrante, empleo en trabajos duros y mal remunerados, con elevado nivel de peligrosidad, etc.
  • Los ahorros de los emigrantes no servirán para regenerar riqueza, al ser invertidos de forma mayoritaria en bienes inmuebles o gastados en bienes de consumo.
  • Los costes económicos se harán patentes en el despoblamiento de las áreas de origen, con el consecuente abandono de las tierras y de las infraestructuras, la disminución de las poblaciones, etc.


1.4.3.- Inmigración de extranjeros en España

1.4.3.1.- Evolución histórica.

España ha pasado a ser un país de inmigración. Se tienen datos de la inmigración de carácter legal, pero se desconoce la inmigración irregular o ilegal en su auténtica dimensión.

Durante los últimos treinta años, los extranjeros residentes legalmente en España han pasado de 65000 a 400000. Entre 1989 y 1998, el crecimiento ha sido muy rápido, aunque apenas presenta el 1% de la población total española, porcentaje inferior al de otros países de la UE.

1.4.3.2.- Composición de los inmigrantes extranjeros

El colectivo de extranjeros residentes en España admite una gran variedad de situaciones:

a).- Extranjeros nacionalizados. La evolución de peticiones de nacionalidad española se ha incrementado de manera extraordinaria en los últimos años. Las concesiones están en torno a las 8000 anuales. Este crecimiento obedece, por una parte, a la recuperación de la nacionalidad por parte de antiguos emigrantes españoles y de sus descendientes y, por otra, a los inmigrantes extranjeros que solicitan la nacionalidad. El mayor número de inmigrantes iberoamericanos entre los extranjeros nacionalizados se explica por el trato preferencial que éstos tienen en nuestra legislación.

b).- Trabajadores. En los últimos años se han registrado alrededor de 12000 nuevas incorporaciones anuales al mundo laboral. La mayoría la absorben Madrid y
Barcelona. Los trabajadores extranjeros se emplean básicamente en el sector servicios (67%), en la agricultura (13,5%), y en la construcción y la industria (8%). Los países de origen de estos inmigrados son el norte de África, Latinoamérica, Asia, Europa no comunitaria y Estados Unidos.

c).- Estudiantes. Los estudiantes extranjeros universitarios forman un colectivo de cierta importancia en la inmigración internacional, la mayoría correspondió a
Madrid, Granada y Salamanca.

d).- Asilados y refugiados. Entre los inmigrantes extranjeros en España, un colectivo relevante es el de los refugiados, asilados y desplazados. En 1984 se promulgó la Ley reguladora del derecho de asilo y de la condición de refugiado; un
refugiado, según la definición de la Convección de las Naciones Unidas de 1951, es «aquella persona que a causa de fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad u opinión política, se encuentra fuera del país de su nacionalidad y no puede o no quiere acogerse a la protección de ese país, o que, por carecer de nacionalidad y estar fuera del país donde antes tenía su residencia habitual, no puede o no quiere regresar a él».

España no se ve especialmente presionada por este problema, pues mantiene un número de refugiados que supone la mitad de los que existen en Francia, Bélgica
el Reino Unido. Las peticiones de refugio y asilo provienen, sobre todo, de países de la Europa del Este (Rumania, Bosnia), Asia, África (Senegal, Guinea Ecuatorial) y América Latina (Perú, Cuba, Ecuador, Colombia).

e).- Inmigrantes ilegales. Se define como inmigrante ilegal a todo extranjero que no tiene en regla su situación de residencia en España. Legalmente, no pueden trabajar, residir o recibir prestaciones sociales.

El número de extranjeros en situación irregular es difícil de precisar. Para legalizar su situación y saber su número, se han realizado programas de regularización desde que se aprobó la Ley de Extranjería en 1985.

Este colectivo está compuesto por personas jóvenes, de sexo mayoritariamente masculino, que se emplean en trabajos como la agricultura, la construcción, el servicio doméstico, la hostelería y la venta ambulante. Proceden de países como Marruecos, Argentina, Perú y Senegal, y se asientan en Madrid y Barcelona, principalmente. La pobreza, la carencia de vivienda, la falta de educación y de formación, y la marginación son algunas de las características que definen a este colectivo.


 
2.- LA ESTRUCTURA DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA. (Completar con Anaya, pp. 300-305).

2.1.- La estructura por sexo y edad.

2.1.1.- Estructura por sexo.
2.1.2.- Estructura por edad: una población envejecida.

2.2.- La estructura económica de la población.
2.2.1.- La población activa
2.2.1.1.- Definición, factores e índices. Pág. 302-303.
2.2.1.2.- La tasa de actividad.
2.2.1.3.- La tasa de paro.

2.2.2.- Los sectores económicos.


3.- Enlaces de interés:








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